Otra característica -quizá la mas pura- del Fascismo es la de considerar la vida como una lucha.
“Il Fascismo concepisce la vita como lotta”, dijo Mussolini. “Vida est militia homonis superterram”, había dicho Séneca. “Per noi fascisti, la vita e un combatimento continuo incessante, che noi accetiamo con grande corazzio…” Puro senequismo. (…) El hombre, el fascista -dice Mussolini- deberá “conquistarse quella vita che sia veramente degna di lui”. “Una vida feliz es aquella que es digna de su naturaleza” “Cada uno es el artesano de su vida”, había dicho Séneca. “Fare ditutta la propia vita tatto il propio capolavoro”, diria luego Mussolini. Ese carácter práctico, ético, de la vida, que se había señalado a la filosofía de Séneca es el que aparece como estructura del Fascismo: “Questa concezion positiva della vita e evidentemente una concezione ética”, “vita seria, austera, religiosa: in un mondo sorretto dalle forze morale”, “Il fascista disdegna la vita comoda”, Il nóciolo della filosofia fascista: NOI SIAMO CONTRO LA VITA COMODA”. Senequismo esencial (…) “Yo aprecio en más los bienes de trabajo, los que cuentan fatiga y se basan en la acción, luchando constantemente contra la Fortuna”, “Vencer la costumbre”, aconseja Séneca a Lucilio. Y esto otro: “Es necesario habituar el ánimo por medio de continuos, incesantes ejercicios”
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