TdE/Autor israelita denuncia las nuevas estrategias de su ejército que convierte los hogares de los civiles no tan sólo en blancos, como hasta ahora, sino en campos de batalla.
A través de los muros
Cómo el Ejército israelí se apropió de la teoría crítica postmoderna y reinventó la guerra urbana
Eyal Weizman
Hace apenas un par de días, Israel declaró a Günter Grass persona non grata: el escritor había alertado contra el poder nuclear del Ejército israelí y el riesgo de un ataque unilateral contra Irán, cuyas consecuencias globales serían devastadoras.
La investigación y la reflexión de este nuevo ensayo sobre la estrategia militar de Israel redobla sin duda su vigencia e importancia.
Durante los ataques contra ciudades palestinas que han tenido lugar en la última década, el Ejército israelí ha utilizado y desarrollado una táctica absolutamente inédita: en lugar de progresar por las tortuosas calles de los distintos barrios o campos de refugiados, los soldados avanzaban pasando de casa en casa, atravesando muros, suelos, techos, salones, habitaciones y cuartos de baño, sin pisar nunca las calles. De este modo se protegían del punto de mira de los combatientes palestinos y convertían los hogares de los civiles en el verdadero campo de batalla.
Esta táctica fue «conceptualizada» bajo el nombre de «geometría inversa» gracias al esfuerzo teórico y estratégico de una serie de generales de las Fuerzas Armadas Israelíes, tan influidos por las lecturas de Deleuze y Guattari como aficionados a citar a Debord y a Derrida. La táctica militar de la «geometría inversa» ha supuesto un espeluznante giro postmoderno en el ámbito de la guerra urbana, y una importante influencia para otros grandes ejércitos, como el británico, el australiano o el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. En este sentido, los territorios ocupados se han convertido en un laboratorio espacial donde se han testado técnicas de ataque, de ocupación y de control de la población que han sido exportadas posteriormente a lugares como Irak o Afganistán.
Este ensayo saca, por tanto, a la luz uno de los programas de investigación militar más extraños del Ejército israelí, así como sus devastadoras consecuencias.
Eyal Weizman (Haifa, 1970) es arquitecto y profesor de Culturas Espaciales y Visuales en el Goldsmith Colege (Universidad de Londres), donde también dirige el Centre for Research Architecture y el proyecto Forensic Architecture, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC). Es asimismo uno de los fundadores del colectivo Decolonizing Architecture Art Residency (DAAR) en Belén, Palestina. Es autor de las obras Hollow Land y The Least of All Possible Evils, así como coeditor de A Civilian Occupation. Vive entre Londres y Tel Aviv.
Es una pena que su religión les prohíba comer cerdo y que los tengan tan campantes por sus casas...
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